domingo, 1 de mayo de 2011

Capitulo 5. renunciando a un sueño

no sé qué hago aquí, bajo la lluvia, empapándome, esperando a alguien que seguramente no me espera a mí. si pudiera saber lo que cruza por su mente, razón o señal mínima. ahora comprendía, pude tomar su mano más nunca su alma. vi sus palabras, escritas en piedra, trazadas en arena, dibujando en sus líneas una sensación de amor. lo que cruza por su mente...tan desconocido como él y yo...en ese instante solo tenía ganas de mirar algo que no fuera al mundo haciéndose pedazos. podrías dar todo por alguien, mirar al mundo y elegirlo solo a él, pero al final, tu no decides, el mundo termina decidiendo si tendrás un amor correspondido o no. como en mi caso, si alguien me hubiera dicho que terminaría a los 17 años, sentada bajo la lluvia mirando a mi antiguo novio (al cual yo amaba irrevocablemente) con otra, el día de mi graduación.les hubiera dicho que estaban locos. pero aun a pesar de todo eso lo había hecho, ahora por mi mente pasaban cada y una de las veces que pasamos juntos, cada momento cada palabra me quema ahora por dentro. la peor forma de poder superar esto y dejar de extrañarlo es esta misma. viéndolo, viendo su felicidad que por primera vez en mi vida no me alegraba si no me quemaba y me llenaba de ira.


-¡vanessa! ¡vanessa!- oí una voz conocida que gritaba a lo lejos, pero no le hice caso. -oh vanessa estaba tan preocupada- me dijo la misma voz ahora más cerca de mí, y me abrazo. y entre sus brazos me sentía bien, volví a sentir amor. amor que hace 10 minutos nunca hubiera podido haber sentido. era como si fuera un enorme globo de agua y aquel abrazo fuera un alfiler que al contacto hizo estallar mis sentimientos. rompí en llanto como hace mucho no lo hacía.


- zaide… el…el... no…cumplió su promesa.-titubeando pude muy apenas formar esa oración y luego volví a abrazarla con más fuerza, intente separarme de ella recordando que estuve bajo la lluvia por quien sabe por cuánto tiempo, y estaba completa mente empapada, pero a ella no parecía importarle eso porque me abrazo con más fuerza al oír lo que le dije, no le importaba su ropa, o que estaba bajo la lluvia a muchos kilómetros de su casa, parecía solo importarle yo. y se lo agradecí infinita mente.


-mike llévala al carro y trata de que se calme, yo iré a ocuparme de algo- le dijo zaide a alguien que alcance a ver muy apenas, con mis ojos llorosos y empapados.


-zaide, no vayas a hacer una locura. mira como esta vanessa.


-por eso mismo lo haré mike, es mi hermano pero ¿acaso crees que dejare que se la pase bomba y fingir que esto no sucedió?


-sería lo más sensato- le respondió el, pero zaide se alejo a paso brusco y mike me abraso y me llevo hasta el carro, donde pude ver que aun llevaba un esmoquin, se quito el saco y me lo puso alrededor de los hombros, y por fin durante todo ese tiempo pude pensar sensata mente.


-¿qué…que ocurrió mike? ¿qué hacen tú y zaide aquí? ¿cómo sabían que…?- al fin pude reconocer donde estaba y con quien. me encontraba en el auto de mike sanders. uno de mis mejores amigos de canfield.


-bien estábamos en la fiesta y nos preguntábamos donde estarías, entonces llega zaide corriendo como loca de su casa (ya sabes que nunca va a los bailes) y me contó sobre lo de tu promesa. entonces nos vinimos inmediata mente para acá.-me miro fijamente y luego vacilo pero al fin pregunto.- ¿qué fue lo que ocurrió?


se me hizo un nudo en la garganta entonces le dije.-el, estaba con otra cuando llegue al baile.
el prolongo un gran silencio luego dijo -¿hablaste con él?- negué con la cabeza-ya veo-dijo el cómo analizándolo todo.


-todo es mi culpa…- le dije volviendo a dar rienda suelta a los sentimientos-…si no me hubiera ilusionado, si no hubiera soñado…


-no te castigues diciendo que fue tu error el haber creído vanessa…simplemente … suele ocurrir, somos jóvenes, el tiempo es demasiado relativo para nosotros...siento yo, que aun no somos capaces de amar en verdad...o diferenciar el sentimiento de "amar"....pero algún día llegara nuestro momento.


- pues quisiera tener una evidencia....de que algún día llegara el día.


- si soñar nos dibuja una sonrisa…pues, no hay que dejar de mirar al cielo....pero, hay que saber también a no comer demasiadas ilusiones. porque cosas como esas terminan cegándonos…creyendo que el mundo es una ilusión fuera de nuestras cabezas, nos ilusionamos con la gente, con la sociedad, con el mundo. sé que no olvidaras a alecx, no podemos olvidar a las personas porque siempre serán parte de nosotros, siempre serán nuestro pasado, pero podemos aprender a vivir con ello, tratar de olvidarlo sería cerrar esa puerta y no afrontarla vanessa, pero todas las puertas se van acumulando si no dejas salir de poco en poco lo que tienen dentro y te lastiman cuando menos lo esperas o vives en la preocupación de que algún día estallen y te recuerden eso de lo que has tratado de huir, entonces porque no dejas salir de poco en poco, y aprendes a vivir con ello.

no tenia palabras para decirle algo a mike pero si. tenía razón, me hubiera gustado abrasarlo y dejarlo que me siguiera consolando, pero en eso llego zaide y entro por la puerta del copiloto.


-vámonos- le dijo muy fríamente a mike, podía ver que ambos estaban empapados pero estaban con migo, habían viajado muchos kilómetros para ir por mí y me dieron su apoyo cuando lo necesite, entonces una paz vino hacia mí, como si ya no me sintiera tan mal, dejo de llover y el aire ceso.


-¿qué le dijiste?-pregunto mike


-¿cómo qué? le dije sus verdades. que era muy poco hombre, lo que había hecho, lo que había provocado.
yo proferí un ¿qué, hisite que? pero al parecer nadie me escucho, porque siguieron en su conversación.


-¿y qué te contesto él?


-¿qué crees que me iba a decir? pues empezó con sus tonterías de hacerse el sorprendido, y pregunto por ella.


-¿pregunto por mí?-dije con un nudo en la garganta y esta vez si me oyeron


-este si…-contesto zaide- quería, quería hablar con tigo.ya sabes excusas, pero le dije que no, que ya había hecho suficiente esta noche, así que mejor ¿por qué no nos vamos? anda, te puedes quedar en mi casa el tiempo que tú quieras vanessa.


-quiero…quiero hablar con él- dije clavando la vista al piso de el carro sabia que zaide me miraba en ese momento como si yo fuera una masoquista - necesito hablar con él.
en eso interrumpió mike


-vamos zaide, necesita una explicación, es lo menos que el puede darle ¿no crees?


-por favor zaide tráelo- le roge, ella nos torció la boca y salió de carro dando un portazo, ¿qué le diría? ¿qué tenía que hacer?, entonces mike se volteo hacia mi desde el asiento de piloto y me entrego una libreta y una pluma-¿para qué es eso?-le pregunte tomando la pluma



-sé lo que te digo. hazle una carta que este viaje no sea en vano y ojala decidas algo bueno para ti y para el.- y salió del carro dejándome sola, ¿de dónde quería que sacara fuerza para una carta?, pero aun así otra vez el tenia razón, si iba a ponerle fin a esta historia lo iba hacer bien y después de todo inspiración no me faltaba.










No hay comentarios:

Publicar un comentario