sábado, 30 de abril de 2011

Capitulo 3.hard rock



era una noche calurosa, el ruido de la alta música me ensordecía, las diferentes luces iluminaban el salón y el ambiente estaba impernado de humo, gente y alcohol, yo me encontraba sentada completamente sola y con una bebida en la mano, había venido con sasha y vanessa, y bueno, sasha no había dejado de ser invitada a bailar desde que llegamos y vanessa se aburrió de que yo no quisiera hacer nada más que sentarme aquí y mirar a la gente y se fue a bailar con daniel keegan, el lugar estaba completamente lleno, todos bailaban en el centro de la pista, yo conocía a la mayor parte de los jóvenes que se encontraban ahí, melisa collete bailaba con tony overman y elisa hansen lloraba en un rincón inconsolablemente, aparte de mi era la única chica que se encontraba sola, yo conocía muy bien el motivo de su llanto y era debido a que estuvo saliendo los últimos 9 meses con tony y entonces llego esa chica nueva y hermosa melisa y el olvido por completo que elisa existía, “hombres” todos son iguales-susurre para mí misma y le di un gran trago a la bebida-aparte de ella también estaba jason clark que coqueteaba con kimberley gardner, mientras kelly arons(su novia) iba al baño, henry burch temblaba de ira y se ahogaba en alcohol mientras observaba como su novia stacy blackwood se besaba descaradamente con peter williamson. bien no quedaba duda de que mi generación es toda una porquería, que bueno que yo me retire de esos conflictos de pareja hace mucho tiempo. y así se pasó toda la noche, sasha no dejo de ser acosada por un montón de chavos, vanessa se la pasó felizmente acompañada de daniel, y yo completamente sola en la barra viendo el desenlace de aquellas tragicomedias que surgían por todos lados. al final cuando salimos de ahí eran cerca de la 1 de la mañana, vanessa me dejo en la puerta de mi casa, me despedí de ellas y entre a la casa con los zapatos en la mano subí las escaleras hasta mi cuarto y me desplome sobre la cama.















jueves, 28 de abril de 2011

Capitulo 4.la playa

el puente entre los versos  


me levante temprano me metí a bañar, después seque mi cabello y lo alise, me puse una gorra negra, una blusa de tirantes con un suéter café y una bufanda alrededor del cuello, unos pantalones negros de mezclilla y unas botas cafés, abrí mi armario y saque una pequeña bolsa donde llevaba mi equipaje para pasar una semana en la playa, era costumbre de mis amigos que todas las vacaciones de invierno pasáramos una semana en la playa, no era un lugar muy turístico en invierno ya que en ese tiempo hacia un viento helado y frio, era un pequeño pueblo al lado norte de canfield solo había unas cuantas casas a su alrededor y un pequeño pueblo con una sola cafetería, la playa era un lugar hermoso y casi solitario en ese tiempo, y había un pequeño puente donde era perfecto sentarse pues se podía observar casi a todo el mar, mis amigos le habían apodado el puente entre los versos, ya que decían que era un lugar perfecto para encontrar inspiración. en aquel lugar había unas cuantas cabañas al lado del mar, el papa de mike uno de nuestros mejores amigos era dueño de una de las cabañas y nos permitía ir ahí y quedarnos. la última vez que estuve ahí fue genial, el tiempo era helado y tenias que usar abrigos grandes y bufandas, la mayoría del día nos la pasábamos en el pequeño pueblo en las tiendas o en la cafetería donde vendían el mejor chocolate caliente que en mi vida he probado y en algunas noches prendíamos una enorme fogata en el centro de la playa.bien volviendo a la realidad. me despedí de mi mama y le dije que la vería en 1 semana, y después de que me deseo suerte, salí de ahí caminando hacia la casa de luis que era el que nos llevaría en su camioneta. al llegar me di cuenta que ya todos estaban ahí, sasha estaba sentada en el asiento del copiloto viéndose en el espejo, vanessa estaba en una llamada con al parecer pude entender que era daniel keegan, luis metía las maletas y las cosas de emergencia a la cajuela y mike fue el único que se dirigió hacia mí, me sonrió y me dijo

-hola zaide ¿lista para irnos?- yo asentí

-¿dónde pongo mi maleta?- le pregunte

-he bien… creo que en la cajuela, digo si aun hay espacio, porque al parecer alguien hizo equipaje para quedarse a vivir los próximos 1000 años- y volteo a ver a sasha, yo reí y asentí, los salude a todos y metí como pude mi equipaje entre las 2 maletas de vanessa, las 4 de sasha, la de mike y la de luis, claro sin contar la comida de repuesto, el botiquín de primeros auxilios y las herramientas.

-bien todos arriba- grito luis subiéndose al asiento del piloto, yo me coloque en el del copiloto, y sasha, mike y vanessa atrás. luis le dio de reversa a la camioneta y en 15 minutos estuvimos saliendo de canfield, los primeros 5 minutos estuve entretenida observando a luis, la verdad es que si era muy guapo, media unos 1.80 metros, tenia los brazos anchos y musculosos, su pelo era obscuro y se lo peinaba hacia arriba, era blanco y tenía los ojos color miel con verde, un poco pequeños pero eran hermosos, tenía la barbilla partida, la nariz convexa y pequeña, sus labios eran carnosos y sus dientes derechos y completamente blancos. luego por el retrovisor mire a sasha que iba al lado de la ventana derecha mirando el paisaje, ella también era muy hermosa, tanto que casi dolía y daba un poco de envidia, su piel era blanca casi pálida, sus cabellos le llegaban hasta la cintura, eran negros y brillaban con el sol que le daba por la ventana, su nariz era un alargada y hacia arriba, su cara afilada y delgada, tenia los labios diferentes: el de arriba era delgado y exquisito y bien marcado y el de abajo era grueso y carnoso. y sus ojos eran grandes y color café como con amarillo y sus pestañas eran largas y negras (y como si no fuera poco su cuerpo no estaba nada mal).*suspire* ¿qué hacía yo con gente como luis y sasha? ellos eran… casi perfectos, hermosos y populares y aun así…les interesaba más mi amistad que casi cualquier otra. luego mire a vanessa y sonreí. ella era una persona muy delgada, no tenía mucho cuerpo como sasha, sus cabellos eran rubios y le llegaban un poco mas debajo de los hombros, tenía los ojos turquesa y sus pestañas eran largas pero no igual a las de sasha que eran perfectas. su piel era un poco rosada. su nariz era pequeña y perfecta y sus labios delgados en forma de corazón. y al último mire a mike el tenia el cabello color rubio también era largo y liso, era delgado y tenía los ojos grandes color celeste, la boca era ni delgada ni gruesa y su nariz también era pequeña, si alguien me hubiera dicho que él y vanessa eran hermanos les hubiera creído. el camino fue como de costumbre, entre más nos acercábamos al norte mas frio hacia. a eso de las 3 de la tarde el cielo estaba gris y el clima era de unos 13°, vanessa iba profundamente dormida sobre el hombro de mike, el escribía algo en su laptop. sasha estaba aun viendo el paisaje, luis puso una muisca suave de trova y cantaba para el mismo, yo estaba tapada con su chaqueta y con audífonos escuchando música. ya no tardábamos en llegar en una hora tal vez. el viaje siempre duraba unas 4 horas. 3 si manejaba luis. y habíamos salido a la 1. así que llegaríamos como a eso de las 4 de la tarde, por el momento debería tratar de dormir un poco. -vamos zaide… levántate, ya llegamos- me dijo luis dándome pequeños empujoncitos en el hombro, yo bostece y abrí los ojos descubriendo que el día se veía muy obscuro y la camioneta estaba sin movimiento, me incorpore en mi lugar, apagando el ipod que ya iba en la canción 60.

-que... ¿qué horas son?

-las 4:30

-vaya, te has retrasado un poco ¿qué ha pasado?

-nada, solo que un tren de cómo un kilometro de largo llego a la vía antes que yo la pudiera cruzar- y al escuchar esto me pare de la camioneta dándome cuenta que ya no había nadie, ni siquiera estaba el equipaje.

-¿dónde están todos?-pregunte confundida

-ya están adentro de la cabaña, ya hemos bajado tus cosas y todas las demás.- al oír esto me estremecí al sentir el frio viento que entraba por la puerta por donde se había metido luis, y más al verlo que llevaba solo una camiseta de mangas cortas, luego me di cuenta que yo estaba tapada con su chaqueta.

-¡luis! eres un demente… toma- le dije entregándole la chaqueta pero al quitármela temblé.

-amm…mejor quédatela tu, yo traigo otras 2, pero anda mejor entremos que este clima se pondrá peor.

nos salimos de la camioneta, afuera hacia un frio infernal, el viento soplaba fuertemente y arrastraba la arena, adentro era muy diferente, sasha se encontraba con una chaqueta que estaba segura era de luis, pues era enorme y color azul fuerte, casi obscura. sentada en la alfombra cerca de la chimenea que ya habían prendido, mike sacaba todas las cobijas y colchas posibles y tapaba fuertemente las ventanas, vanessa estaba en la cocina preparando chocolate caliente, la cabaña era algo antiguo pero siempre nos había protegido del fuerte invierno, al entrar con lo primero que te encontrabas era una pequeña sala que consistía de todo el piso cubierto por una alfombra, y 4 sillones largos, a la derecha estaba la pequeña cocina que tenía todo lo necesario. luego había dos habitaciones, la habitación a la derecha cerca de la cocina era la de las chicas tenía una litera y una cama, también un armario y un baño adentro, la otra era igual, solo que en esta si había 3 camas individuales.

-bien-dijo luis arrastrando un sofá cerca de la chimenea y de una televisión de plasma que se había traído de su cuarto-¿qué película quieren ver primero?- dijo tomando un montón de películas que traía y dejándose caer en el sofá frente a la tele-¿viernes 13 o el juego del miedo?

-viernes 13- dije sonriendo y al mismo tiempo acomodándome en la otra esquina del sofá.

-viernes 13-dijo mike aventándonos unas cobijas y acomodándose a mi lado, luis sonrió.

-bien entonces que sea viernes 13- vanessa repelo desde la cocina (a ella no le gustan las películas de terror) pero poco después volvió con un plato de palomitas y se sentó al otro lado de mike y luis, sasha se sentó alegremente en la otra orilla al lado de luis y este también sonrió al ver el lugar que ocupaba, aunque ellos no lo dijeran, yo sabía que a sasha le gustaba luis y a luis sasha, sonrei alegremente al ver la obra del amor entre los dos, pero de pronto negué con la cabeza apartando esos pensamientos, bien por ellos, pero… yo no estoy hecha para amar y me volví a concentrar en la película.vanessa gritaba en cada pedazo de la película, mike comía ansiosamente palomitas, luis y sasha parecían más atentos el uno del otro que lo que pasaba en la película, y yo estaba feliz de poder pasar un momento feliz en compañía de solo amigos.de repente a eso de las 8 de la noche, oímos un ruido que nos extraño, parecía… parecía una camioneta llegando y estacionándose, mike detuvo la película para oír y prendió la luz.-¿han oído eso?-pregunto frunciendo el ceño confundido

-claro que si- contesto luis quien ya se había puesto la chaqueta y estaba buscando las llaves para salir a ver qué ocurría, todos siguieron su ejemplo y fueron tras de él.afuera estaba más obscuro de cómo lo recordaba y el frio viento no había cesado si no en lo contrario se había incrementado en las últimas horas, debíamos estar a unos 7° grados, afuera nos encontramos con una gran camioneta, (un poco más grande que la de luis) y enfrente había algo de lo cual no me había dado cuenta cuando llegamos, había una casa, no era una cabaña, esa cosa era más grande, era más grande que mi casa de canfield. unos jóvenes de nuestra edad fueron los que bajaron de aquella camioneta. la única que pudimos ver era una chica de cabellos rubios, que se le quedo mirando a luis.

-¿luis?... ¿luis eres tú?- pregunto la chica con aire de incredulidad y se acerco a grandes pasos hacia nosotros. ¿había dicho luis? ¿conocía a luis? mire pasmada a luis que la miraba a ella del mismo modo que yo lo veía a él, casi como si estuviera viendo un fantasma. la chica casi corriendo se hecho en los brazos de luis y lo beso una vez en cada cachete.

-hola julieta, ¿qué…que haces aquí?- le dijo por fin luis

-¿debería preguntar lo mismo no crees? bueno pues vine con unos amigos a pasar algunos días, terrible el clima. casi los asesinaba con rímel cuando vi a donde me traían, pero bien, la cabaña no esta tan mal, es de un amigo que conocí de hace poco. ¿y bien no me vas a presentar a tus amigos?- dijo fijando la vista hacia nosotros y luis asintió.

-el es mike sanders , vanessa williams, sasha cruise y ella es zaide harmant, chicos-dijo luis refiriéndose a nosotros- ella es julieta allen- ella fijo un poco de interés en sasha, tal vez la juzgaba competencia y después en mi.

-qué curioso… la ultima novia de uno de mis amigos que vienen con migo se llamaba así, pero obviamente...-me miro de abajo a arriba- tu no podrías ser.

-sí, que extraño-dije como arremedándola- no es un nombre muy usado- ella frunció el ceño ignorándome, en realidad a todos y solo presto atención a luis mientras le tomaba la mano.

-vamos luis, le diré a mi amigo si deja que tu- hizo énfasis en esa palabra-vengas con nosotros, tenemos un excelente yacusi- sasha profirió un pequeño gruñido y luis soltó de la mano a julieta.

-tal vez... en otra ocasión- le dijo luis haciéndose un poco para atrás.

- o mejor dicho nunca, rubiecita- dijo sasha poniéndose enfrente de luis y delante de aquella chica quien le gana por algunos centímetros.

-¡luis! ¿ya viste lo que me dijo?- dijo julieta haciéndose la ofendida, ¡ja! como si no hubiera sido ella quien primero quería robarnos a luis. luis miro detenidamente los ojos de cada una y al fin dijo.

-bien…-dijo luis en un suspiro- lo mejor será que cada quien regrese a su cabaña, hace mucho frio y no nos queremos enfermar. buenas noches julieta.-contesto luis pasándole el brazo por los hombros a sasha y dándose la media vuelta. entonces julieta comprendió que sasha si era una verdadera competidora y le lanzo una mirada asesina luego grito.

-¡mmmaarrk!- una voz de hombre y unos cuantos pasos apresurados siguieron después de este comentario.

-¿julieta? ¿julieta que pasa?- llego corriendo un chico solo un poco menos alto que luis pero casi tan musculoso como el.- ¿quiénes son ellos? ¿qué te hicieron?- casi estuve segura que diría que le habíamos pegado pero no. no dijo eso.

-mark, mira el es luis rowe ¿te acuerdas? ¿luis el del futbol americano? estoy segura que te lo conté- ante esto luis se puso todo rojo, como si temiera que dijeran más de lo que debían, el otro chico frunció el ceño recordando y miro con envidia o rencor a luis.

-¿y luego? ¿qué tiene que ver que sea él?- pregunto el chico fastidiado

-que lo he invitado a que este con nosotros y se ha negado
-y ami eso ¿qué me importa?- contesto el chico molesto- ya vamos a entrar julieta, despídete.- y la jalo hacia adentro de la cabaña. 





Capitulo 5.un suceso inesperado

era tarde cuando me levante, la luz del sol entraba por todas las ventanas abiertas de la cabaña y calentaba placenteramente, mire alrededor del cuarto y me di cuenta de que ya ni sasha ni vanessa dormían y sus camas estaban hechas, me levante en pijamas y camine a la cocina, donde se encontraba mike acostado sobre el sofá viendo caricaturas, luís había salido a correr, sasha se ponía unos zapatos de tacón y vanessa se peinaba el cabello.

-bueno días-salude

-buenas tardes zaide, son las 12 del día, me alegra que te hayas decidido despertar así podrás acompañarnos a el pueblo- me dijo sasha- comeremos todos ahí ¿qué te parece?yo asentí y me metí al cuarto, me puse un pantalón de mezclilla, con una blusa blanca y un suéter azul, cepille mi pelo y lo deje suelto.el tiempo afuera era perfecto, el viento era frio y el sol calentaba el mar que por fin podía apreciar. nos dirigimos al centro. luis había quedado de vernos en la puerta de la cafetería. y ahí estaba cuando llegamos, nos dirigimos a una de las tiendas más famosas de aquel pueblo, tenía mucha ropa tanto como para mujer como para hombre, tenía en la mano unas dos prendas cuando vanessa llamo mi atención.

-mira ya te fijaste quien ha decidido seguirnos- me dijo apuntando hacia julieta, mark, otro chico de cabellos obscuros que no alcance a ver porque estaba de espaldas y… vaya, lauren ¿qué demonios hacia aquí ella? dije frunciendo el ceño, lauren había sido bueno la chica con la que andrés me había engañado y también ella había engañado a mike, ella era su novia, por eso lo conocí, estaba muy molesta cuando me percate que ella miraba detenidamente a alguien entre nosotros, me voltee solo para comprobar que ella miraba con ojos lamentados casi avergonzados a mike, que le devolvía una mirada fuerte y reprobatoria pude notar la amargura y tristeza que escondían esa mirada, la comprendía mejor que nadie, esa era la mirada que tantas veces le lance a andrés, *suspire*, mike salió por la puerta principal sin despedirse de nadie, y ella hizo lo mismo siguiéndolo, me dieron ganas de seguirlos también, y golpear a esa chica pero algo me hizo quedarme en la tienda. preocupada por mike que no había vuelto ni tampoco lauren, tome solo poca ropa queriendo probármela y poder salir de ahí, entonces me dirigí a los probadores y abrí despreocupadamente la puerta de uno. acto seguido se me cayeron todas las prendas de las manos y me quede pasmada, adentro de aquel probador estaba, julieta y… y andrés, se estaban besando, el me reconoció enseguida y aparto a julieta de él, se me quedo mirando con gesto avergonzado y luego miro a julieta como si ella lo hubiera traicionado, la miro con ira y decepción.

-¿por qué no me dijiste que eran ellos?

-porque no lo sabía- respondió ella

-a claro, ahora resulta que no pudiste reconocerla después de ver por lo menos mil veces la foto que tengo- ella agacho la cabeza sordeandose, entonces yo volví en sí,y mire tontamente el letrero de probador de hombres que tenia enfrente…¿pero eso que importaba? no era relevante en este momento… fruncí el ceño haciendo un inmenso intento por no llorar y los mire con ira y repulsión

- discúlpenme yo solo buscaba un probador- y me agache a recoger la ropa, no pude evitar que se me salieran unas lagrimas y cayeran a la ropa del piso, me limpie rápidamente la cara, andrés me miraba con dolor y julieta satisfecha.

-zaide…zaide… no, tú no, no puedes creer todo lo que ves. hay una buena explicación para esto mira yo…

-¿y porque piensas que me importa? me tienes sin cuidado andrés.- y le me di la vuelta saliendo de la tienda casi corriendo, luego corrí hasta llegar al puente de los versos y vi de lejos a mike con lauren sentados hablaban despacio y ambos estaban serenos pero lauren parecía haber estado llorando, ella le dio un beso en la mejilla, se levanto y se fue. dejándolo completamente solo. yo me acerque lentamente a el y me senté a su lado. el no dejaba de ver el horizonte, imitándolo decidí también verlo, esperando que me ayudara a aguantar lo que sentía en ese momento.

-¿qué…que paso?-pregunte confundida-¿qué te dijo ella?

-me pidió perdón- contesto sin apartar la vista del mar- y como era lógico la perdone.

-¿la perdonaste? pero… ¿cómo? ¿en verdad la perdonaste?- el asintió

-¿entonces así de fácil vuelves a estar con ella?-el me volteo a ver

-jamás podre olvidar que desprecio mis sentimientos, que los engaño y los traiciono, pero… debemos dejar atrás el egoísmo infantil y seguir adelante, yo la perdone, le perdone lo que me hizo, pero no volvería con ella. ya está todo dicho que cada uno siga su camino cada uno en su lugar.- yo intente reflexionar las palabras de mike.

-¿lo viste?- me pregunto

-sí, lo vi, estaba…estaba besándose en uno de los probadores con julieta.- el me miro y me recargo hacia él, yo solloce con fuerza y nos quedamos ahí hasta el anochecer.




Capitulo 6. amor y pertenencia

me encuentro embardada en una inundación de sentimientos, no sé cómo salir de este infierno, el mundo es solo mentira un tonto juego mitómano, no puedo razonar... mis sentidos están apagados, el suitch de mi corazón roto en pedazos, que nostálgica es la luna…solo espero que el sol caiga, tengo una pena en el pecho es una estaca atravesando mi órgano vital, el que hacía correr sangre por mis venas…el viejo amigo, se ha ido para no volver, mis cabellos bailan con el viento, escucho un susurro al oído, es la luna que me habla, me estrecha sobre sus radiantes brazos, me resisto a sentirá, ignoro la existencia de algún posible sentimiento, miró rígidamente al cielo, ahí está de nuevo el resplandor del frio océano, me está llamando, dice que desea amarme, me aflijo lo niego, oculto mi corazón tras el escudo de mis brazos, evado la luz de la luna y ahora rechazo el amor del mar, solo quiero que la rutina continúe, algún día acabara, mi más grande anhelo es ver morir el sol frente a mis ojos ya cansados, ese día cuando exista todo menos nada, ese día mi corazón estallara de amor y mis venas arderán en la frialdad de mis conclucciones nunca conclusas. a menudo me entrego al dulce placer de no sentir la vida. a veces escribo y a veces borro lo escrito. a veces borro mis palabras escritas porque intento borrarme a mí misma. a veces me niego la posibilidad de encontrarme. a veces simplemente no quiero buscarme, y comienzo a descender por una locura progresiva, donde el silencio me invade y la conciencia me espía. si el ánimo se inclina, son los pies los que resbalan. me encontraba sentada en un tronco alrededor de una fogata, vanessa tocaba la guitarra, mike asaba unos malvaviscos, luis y sasha se abrazaban y yo no tenía ganas de nada, solo intentaba ignorar con todas mis fuerzas a los muchachos que se encontraban en el porche de la casa que estaba al lado nuestro. en eso todas las risas se detuvieron y se fijaron en algo que estaba parado atrás de mí.-zaide ¿podemos hablar?- me pregunto andrés, con las manos metidas en los bolsillos delanteros del pantalón, estaba a punto de aventarle la guitarra de vanessa cuando mike se acerco a mí y me susurro algo que fui la única que pude oír.- el orgullo es señal de debilidad...si no acepta la verdad sabiendo que existe...le miente al mundo y a sí mismo, pon las cosas en su sitio que ellas te darán el tuyo.- mire fijamente a mike y asentí, luego me regrese a andrés y volví a asentir, permití que me ayudara a pararme.nos alejamos un poco hasta donde pudiéramos tener privacidad, y yo sugerí que nos sentáramos en la orilla del puente entre los versos. -bien zaide primero que todo gracias por dejarme tener la oportunidad de hablar con tigo, hace meses que no nos hablamos, te he buscado por donde sea pero sin éxito siempre que intentaba hablar contigo me evitabas, y la realidad es que lo haces con mucha razón, no seque paso por mi cabeza al engañarte, soy un tonto por no ver lo que eras y lo que valías, pero yo enserio te quiero zaide, nunca te he dejado de querer durante todos estos meses, jamás he dejado de pensar en ti, y lo que viste ayer en la tienda, no era lo que parecía, julieta es una amiga y me pidió ayuda para darle celos a un antiguo novio suyo, ,entonces yo le dije que le podía ayudar pero solo esta vez, pero lo que no me dijo era que eran ustedes, que el ex novio era luis ni que tú estabas aquí. perdóname zaide.- suspire ante su discurso y prepare el mío.-llegué al punto de auto-convencerme de que ya no me afectas y lo cierto es que ya no lo haces, porque por fin, por primera vez en mi vida, en esta situación tan cotidiana como cualquier otra: lo entendí todo. y no me preguntes por qué hoy, por qué así ni qué es lo que entendí. simplemente me di cuenta que no da seguir así, por fin. estoy intentando cambiar yo, cambiar las cosas, no por ti, no por alguien más, sino por mí y por el hecho de que tengo que seguir, y tú sigues caminando por este mundo. no, no eres la persona de la que yo me enamoré un día, es una lástima.- sus ojos se llenaron de lagrima, sabía que eso era un no.

-yo…yo solo quiero estar a tu lado- me pidió limpiándose los ojos

- y lo puedes estar, puedes ser mi amigo, como antes, pero no puedo ofrecerte nada mas, ¿aceptas?- le dije alargándole la mano y mirándolo fijamente, el me la estrecho y me sonrióel asintió y nos abrazamos fuertemente, después de 3 meses y 14 días de estar sufriendo por su culpa, pude sentirme agustó y ver brillar la luna fuertemente sobre nuestras cabezas.. 


Capitulo 1.Viviendo en la Luna.



para andrés 
hola se que tal vez no debería escribirte, porque aparte de ser algo bastante tonto y romántico, sé que no soy lo bastante valiente como para mandarte o entregarte esta carta o las 36 restantes que he escrito para ti y que conservo, solo creo que merezco un poco mas de tu comprensión ¿no? es decir ese mensaje que me dejaste el 27 de febrero donde decía ‘‘perdóname ya no podemos seguir viéndonos’’ merece una buena explicación porque bueno aunque me has estado evitando desde aquel día, no contestes mis llamadas ni mis mensajes y le digas a tu mama que no estás cuando voy a buscarte, es decir… yo sigo queriéndote como siempre y me duele que seas así con migo, tan solo una llamada donde me expliques que fue lo que paso ¿qué hice mal? ¿en qué me equivoque? por favor tan solo una pequeña llamada, prometo no llorar y aceptar cualquier cosa que me digas, lo prometo, pero… se me hace muy cruel lo que haces con migo, soy una persona andrés y no sé si te hayas dado cuenta pero tengo sentimientos y no puedo seguir haciéndome la fuerte frente a esta situación, es muy difícil estar así cuando la única persona que en estos momentos me podría hacer bien es la misma que hace que este mal, tan solo te pido que bueno si ya no me quieres como antes me lo digas para que tan siquiera podamos tal vez empezar como amigos, que me sonrías cuando vas por los pasillos y no que me evites y te vayas corriendo tan siquiera me gustaría que hicieras eso para no sentirme tan insignificante.
un te quiero sincero
paula.
al escribir la última línea, seque las lágrimas que ya se habían ido desbordando poco a poco sobre mis mejillas, doble la carta a la mitad y la metí en un sobre, después lo selle y saque la caja de zapatos que escondía abajo de mi cama, la abrí y la eche junto a las otras 35 cartas que le había escrito a andrés, ahora 36.me acosté sobre mi cama, abrasé mi almohada. el aire llegaba muy apenas a mi cerebro y algo me aplastaba el corazón, si no hubiera sido porque respiro y siento la sangre por mis venas hubiera estado segura de que mi corazón se había ido de su lugar, ¿por qué andrés? me dije a mi misma elevando la vista al techo, luego me incorpore en la cama al sentir las lagrimas empezar a llenarme la cara, me levante y me senté en el sofá cerca de la ventana retire la cortina y abrí la ventana para dejar entrar un poco de aire fresco si no lo hacía terminaría ahogándome con mi propio llanto aunque tal vez eso sería lo mejor. observe la calle obscura de afuera mire el cielo infinito de la noche y otras lagrimas rodaron por mis mejillas ¿por qué me haces esto? me repetí a mi misma esperando una respuesta de la luna o quien fuera. 




Capitulo 2.Esclava de ti.


entre a la sala de química con mi libro en la mano apenas había unos cuantos estudiantes así que decidí sentarme en una banca de enfrente cerca de la puerta, hoy era lunes y todos los lunes le tocaba química a la misma hora que ami, tal vez hoy pudiera saludarme, sonreírme o darme una mirada, tal vez hoy…pudiera hablar con él y volver todo como antes, entonces después de 15 minutos de estar inventándome fantasías el entro por la puerta acompañado de 3 de sus amigos con los que sonreía alegremente, yo me incorpore en mi lugar, me puse unos mechones de pelo atrás de la oreja y le clave la mirada esperando poder decir algo, lo mire con tanta ansiedad que dos de sus amigos se me quedaron viendo pero él ni siquiera pareció percatarse de que yo me encontraba ahí respirando su mismo aire yo baje la mirada clavándola en la libreta, tal vez hoy no me hablaría… tal vez nunca más lo haría. la clase empezó y yo no pude dejar de pensar en eso ‘‘no puede seguir actuando como si no existiera’’ al final de la clase el volvió a pasar junto a mí con sus amigos.



-andrés- dije en un tono de voz que cualquiera pudo haber oído pero él no se detuvo siguió de largo ignorándome, de repente sentí como alguien me tocaba el hombro y alce la vista, era uno de los chicos que habían pasado con él.


- si él no muestra interés es porque de verdad no le interesa…- me dijo y se alejo de mí, yo lo mire con boca abierta ‘‘claro eso me ayuda mucho gracias. ’’a penas y sin ganas me pare de mi lugar tome mis cosas y arrastrando los pies salí del aula, ¿andrés sabrás lo que me estás haciendo sentir? ¿sabrás que se siente sentirte tan poca cosa? porque si no lo sabes, espero que jamás lo sientas porque te haría sentir muy miserablemente, ganas de encontrarte en otro cuerpo. miedo a que seas igual. ganas de besarte. miedo a que me mires mal. ganas de abrazarte, mimarte, acariciarte. miedo a contagiarme de tu frialdad. ganas de dejar todo por ti. miedo a que quieras dejarme por todo. ganas de probar una vez más. miedo a cometer el mismo error y no levantarme jamás. ganas de que veas a través de mis ojos. miedo a que te reflejes en ellos


. 

Capitulo 3.A pesar de todo sigo amándote.

  



 5 de abril 

 para andrés:

me he cansado de estar así, estoy harta de jurarme que te olvidare, hoy que pasaste a mi lado en la clase de química ni siquiera me volteaste a ver, nunca pude comprender tu forma de ser ayúdame a comprenderte y a saber porque haces las cosas, a tener una explicación para todo lo que me estás haciendo, ya no puedo seguir estando atrás de ti toda la vida si lo intento acabo perdiendo. aunque duela tanto sigo aquí ¿no me vez?, no sé como aceptar que yo no encajo con tigo, ¿quieres que me aleje para que empieces otra vez? ¿que no te venga a estorbar? para que puedas seguir adelante con tu vida lejos de mi .aunque no se qué te pasa sigo queriéndote me quitas el sueño el aire la calma y me robas la sensatez, si me permitieras hablar con tigo tan solo una vez, me harías muy feliz.un te quiero sincero paula.



-carta numero 38- me repetí ami misma apreté la carta entre mis manos, hoy por fin durante todo ese tiempo había sentido rabia ¡yo no merecía ser tratada de esa manera! no lo merecía… nadie lo merecía. yo no hice nada malo, el lo menos que me debe es una explicación… y me la va a dar.me puse unos zapatos y una chaqueta tome una mochila y eche la caja de zapatos con todas cartas que le había escrito ¿porque yo soy la que perdió mucho?... ¿y porque para él las cosas siguen siendo tan sencillas?...salí de mi casa sin detenerme a nada, iba caminando a gran velocidad como frenética, cuando de repente oí que alguien gritaba mi nombre hizo que me apartara de mis pensamientos pero no que dejara de caminar a esa velocidad hacia la casa de andrés.


-¡paula!.. dios santo paula ¿a dónde rayos vas?


-a la casa de andrés mike- le dije sin detenerme a verlo pero sabia por su voz que era mike


.-¿a la casa de andrés? no, no ¿a qué vas?


- he llegado a la conclusión que merezco una explicación.


- se que mereces una explicación pero… ¿no podría esperar a mañana?


- la merezco y la quiero ahora.


-que… ¿qué llevas en la bolsa?- me pregunto un poco asustado


- no llevó ningún arma ni alguna bomba si es a lo que te refieres ¿por qué preguntas?


-no por nada, tal vez pensé que te habías enterado de varias cosas sin importancia.


-¿cosas sin importancia? ¿sobre qué?


- no sobre nada. pero el hecho es que no puedes ir…justo ahora a la casa de andrés. mejor vamos a pensarlo un poco ¿no?


-ya lo he pensado mucho- y cuando menos me di cuenta estaba frente a la puerta de andrés toque el timbre varias veces pero nadie respondió.


-ves ¿qué te dije? no hay nadie, mejor vámonos


- no espera… la puerta está abierta- le dije a mike, ‘‘bien ya estaba aquí debía verificar que no hubiera nadie tal vez andrés no había oído el timbre’’


-¿qué, estás loca? ¿cómo vamos a entrar sin permiso? ¡eso es allanamiento de morada!


- deja de quejarte, ¿vienes o no?- le dije entrando a la casa


-de acuerdo, pero cuando venga la policía y nos interrogue diré que tú me estabas manipulando.


- de acuerdo- no pude evitar sonreír ante su comentario, subí las escaleras lentamente seguida por mike entramos a la habitación de andrés y… no había nadie


.- bien no hay nadie ¿ya nos podemos ir? no vayan a llegar sus papa- ¿dónde estará?, me pregunte a mi misma dejándome caer sobre su cama junto con la mochila, resignada baje las escaleras con mike y entonces en la mesa de la sala había un recado.


- mira – le dije a mike mientras tomaba el recado para leerlo ‘‘bien, no cabe duda que he estado rompiendo muchas reglas. ’’ el recado decía:mama o papa estoy en el cineiré a ver la película de kill hell regreso a eso de las 9atte.: andrés.
-ya te fijaste, está en el cine ¡ven vamos al cine!- le dije tomándolo de la mano y llevándolo hacia afuera.cerramos la puerta y yo me lo lleve corriendo de la mano hasta el cine, en todo el camino se la paso sugiriéndome que no fuéramos y hasta se resistió pero yo lo solté y me fui corriendo a más velocidad y él se fue atrás de mi. cuando llegamos al cine entre corriendo sin importarme que el joven del cine detuvo a mike para que le pagara mi boleto y el suyo ya que yo me había pasado directo a los pasillos y sin pagar, busque el titulo de la película hasta que me fije en la única que decía kill hell, esa debía de ser, entre sin más contratiempos y empecé a buscarlo en la obscuridad a tientas hasta que alcance a verlo de lejos, me fui corriendo escaleras arriba y cuando llegue junto a el no estaba solo, fruncí el ceño ¿qué hacia la mano de andrés sobre la de zaide? sabía que ellos eran amigos desde años antes que yo llegara, pues yo apenas había entrado en este ciclo, en último año, no importaba si ellos iban juntos al cine lo que importaba era con que motivos y porque. entonces nunca nada fue tan confuso y nunca vi nada tan claro, ella, ella era la razón por la cual andrés me había dejado, era obvio pero...porque de la noche y la mañana ellos estaban juntos o ¿acaso había algo que yo no sabía? algo que me ocultaron sobre su relación desde que llegue aquí ¿tenían alguna historia? ¿tenían pasado juntos? después de 38 días de sufrimiento, pude sentir que una de mis mayores dudas se contesto por si sola pero a un precio muy cargo que se llamaba: realidad, realidad de que él me dejo por otra.


-paula… déjame explicarte…- por fin después de todo este tiempo andrés me dirigía la palabra, pero eso que me pudo motivar y dar un momento de alegría en otro tiempo, ahora ya no importaba, en ese momento llego mike y me tomo del brazo.


-vámonos paula no deberías estar aquí, no debiste ver esto…vámonos.


-suéltame, no me trates como una retrasada ¿tu sabias esto?-mike me soltó y asintió con la cabeza agachada y entonces volví a comprender


- todos sabían que él me dejo por ella ¿no?, bien ahora comprendo- y me volví hacia andrés- yo intenté todo porque las cosas entre nosotros queden bien, pero tú no lo quisiste así, yo intenté que por respeto o por un mínimo nivel de cariño, debido a todas las que te soporte, me merecía que nos quedáramos en un simple - ¿cómo estás? ¿tan difícil es? ¿o tu capacidad para entender las cosas es muy limitada? porque a fin de cuentas, yo fui la que te soporto tantos meses, pero parece que las cosas son así, cuando tú me necesitaste, estuve. ahora que yo necesito sencillamente un saludo para no sentirme tan inexistente a ti, ni te influye mi situación. ¡con qué facilidad solucionas las cosas! ¡qué bueno que eres a la hora de cargarte en los demás!- y salí corriendo de ahí secándome las lagrimas de la cara. 






Capitulo 4. amor del bueno





9 de abril
mi última carta:
sufriendo por una herida abierta, conociendo el destino y aún esperando el milagro. un cambio radical que nunca surgirá, la inocencia de esperar que el tiempo solucione lo irreparable. acá me encuentro en el mismo lugar donde me dejaste alguna vez, con mis pensamientos puestos en vos, y los tuyos quien sabe. quieta y en silencio. añorar, buscar, desear, llorar y por fin desesperar. ¿quién podrá contarte que aquí me encuentro igual que siempre y peor que nunca? ¿quién se conmoverá con mis letras y las transformará en un pedido de ayuda? si de alguna manera supieras que no pude expresar lo que ahora mismo no te puedo dar. y es que, a veces, cuanto más conoces a alguien, más te decepcionas.estaba en una de las bancas del parque con una hoja de papel y una pluma, hace cuatro días que no escribía ni para mí ni para nadie, mis papas me habían dejado faltar estos últimos cuatro días a la escuela ya que me había sentido muy mal, y hoy por fin que era sábado había decidió salir un rato a tomar aire al parque que estaba en frente y a escribir una última carta, a lo lejos pude notar que un chico caminaba con una caja de zapatos en las manos y se acercaba a mí, pude reconocer que era andrés, tome mi libreta y me pare de la banca, no quería hablar con él, hacia que me dirigí a mi casa.


-paula… espera ¿puedo hablar con tigo tan solo un momento por favor?- pensé en no detenerme ¿por qué lo haría? ¿el se había detenido a hablar con migo cuando antes yo se lo pedí? pero aun así me detuve, muy en el fondo necesitaba hablar con él, me voltee para ponerme enfrente de él y asentí.


-creo…creo que esto te pertenece es decir ¿tu las escribiste no?- en ese momento pude reconocer la caja de zapatos, mi caja de zapatos donde guardaba las cartas.-las olvidaste en mi casa… no sé cómo entraste pero bueno eso luego lo vemos. es lo mejor que alguien me ha dicho en mi vida paula.


   -¿las leíste?


   -pues claro, las dejaste en mi cama y bueno eran dedicadas a mi ¿no?

   -sí, eran para ti, eran porque entre tú y yo ya no hay nada.

-paula lo siento demasiado, no sé cómo fui tan inconsciente, tan torpe tan tonto como para hacer esto, como para hacerte esto, yo tenía una larga historia con zaide, mucho antes que tu llegaras ella fue mi novia pero terminamos por mis equivocaciones no sé porque siempre termino arruinando todo, pero bueno ella me dejo y yo estuve insistiéndole mucho tiempo sin éxito, entonces después de 2 años de ser solo su amigo llegaste tu y cuando empecé a salir contigo ella se vio envuelta en un sentimiento de posesión, yo que siempre le había rogado y ella siempre me había despreciado y sentido tan seguro, me vio perdido al llegar tu y me ofreció volver a estar juntos entonces yo que siempre fue lo que quise, acepte se que estuvo mal, si te ignore fue porque me sentía demasiado mal con migo mismo sabía que no merecía ni verte a la cara después de lo que te hice y mucho menos ahora que se lo que vales y lo que me quieres y lo que te quiero, pero mereces una explicación la mereces, merecía lo que me dijiste en el cine lo merecía para darme cuenta por fin de la verdad.


   - andrés ¿enserio tu me quieres?

  - te amo paula… ¿pero y tu llegaras a perdonarme?

  - claro que si andrés, te perdono y sé que seremos muy felices.- lo abrase con fuerza mientras unas lagrimas de felicidad recorrían mi rostro, el aparto las lagrimas de mi cara y me miro fijamente.

-no sé si en verdad te merezco, solo sé que cupido se apiado de mi al darme a alguien como tú.

.-jajá eso es una canción tonto-el rio con migo.

- bueno será nuestra canción de hoy en adelante, solo espero que no sea tarde para reconstruir nuestro amor.

- nunca será tarde, amor, para tocar el cielo.